viernes, 10 de marzo de 2017

Reputada

          «Parto de su mano y abandono mi esquina. Me manosea. Prudencia. Está gordo. Pesa y me monta sin vacilar. No puedo decaer, ahora no, a mitad de esfuerzo no. Aguanto el empellón. Dejo que dé rienda suelta a su imaginación, no tiene límites, su mente viaja muy lejos de la mía. Soy dura. Me dejo llevar. Disimulo impasible el asco que me produce su sudor mientras cada gota se desliza por mi cuerpo. Escupe. No le gusta usar protección y no puedo evitarlo, le obligaría en igualdad de condiciones. El hedor de la calle me acompaña en cada envite. Sucia. Encadeno recuerdos repetidos para no perder la cadencia. Ritmo. Y de repente un golpe, no lo vi venir, no lo esperaba. Rompo. Hay sangre, dolor. Eclipso... Y despierto. Sin dientes, con los pedales y los puños destrozados, y una chica colocándome una horquilla mientras dice lo guapa que estoy quedando»

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