¿Cómo explicarlo? Sí, son golpes,
pero cuando todo ha pasado los recuerdo como caricias. En mi piel curtida
apenas deja marca. Cómo iba a reprochárselo si consigue que por unos segundos
sea yo la protagonista. Incluso termina siendo placentero. No me importa que el
clima que respira mi pequeño universo tenga tintes violentos, ni que me
sustituya por otra. Me bota. Vuelo. Muchas se llevarían las manos a la cabeza si
les dijese que no puedo entender nuestro amor de otra forma, ni apreciarían la
virilidad que emana en cada envite. Termino cayendo como tonta en sus redes y tras
rodar por la hierba, mojada, confusa y mareada, no soy consciente de lo que ha pasado
hasta que escucho ese clamor. ¡Messi! ¡Messi! ¡Messi!
No hay comentarios:
Publicar un comentario